Un mes antes de la primera comunión de José, el abuelo se iba todas las mañanas a algún sitio. José le observaba, día tras día, como se iba, desde la ventana de su dormitorio. Hasta que decidió atreverse a seguirlo. Así lo hizo, lo siguió pero no se dio cuenta de que su abuelo lo había visto; con lo cual este se desvió hasta el kiosco de su amigo para comprar el periódico y sobre todo quitarle sospechas al niño (su nieto), cuando compró volvió a su casa esperando que el niño se fuera a la escuela. El autobús de la escuela vino a recogerlo y el abuelo se fue. Llegó el día tan esperado por la familia el día de su... comunión. El abuelo no se presentó en la iglesia, después a la hora de los regalos se presentó con una caja muy grande y lo mejor era que andaba sola. Cuando José abrió esa enorme caja vio que era un precioso poni.